Por Luis Martínez Alcántara
Con una votación dividida de seis contra cinco, el Instituto Nacional Electoral (INE) declaró válida la elección judicial en México. A pesar de las severas críticas por el uso masivo de “acordeones” para dirigir el voto, el órgano electoral aprobó el cómputo nacional.
La consejera presidenta, Guadalupe Taddei, defendió la decisión al calificar el proceso como “íntegro de principio a fin”. También celebró que la ciudadanía ahora elija a quienes imparten justicia. Sin embargo, el proceso ha dejado una fuerte estela de controversia.
Consejeros como Dania Ravel y Martín Faz advirtieron que validar esta elección sin investigar a fondo las irregularidades es una invitación abierta al fraude. Se documentaron prácticas como urnas abiertas antes del cierre, votos con caligrafía idéntica, casillas con participación del 100 % y boletas sin doblez. El uso de los llamados “acordeones” fue lo más alarmante: según testimonios, estos instructivos fueron repartidos masivamente para condicionar el voto.
El consejero Arturo Castillo fue directo: “Para ganar había que aparecer en un determinado acordeón”. Las cifras lo respaldan: en seis de cada diez casillas, el voto fue casi idéntico, algo estadísticamente improbable sin intervención externa.
Los opositores a la validación de la elección exigen investigaciones antes de dar legitimidad a un proceso que califican de viciado. Consideran que no puede hablarse de verdadera democracia bajo tales condiciones.
Pese a las denuncias, la mayoría del Consejo General del INE minimizó los hechos. Taddei reconoció que hubo anomalías en “sólo” 818 casillas, pero calificó de “excesivos” los intentos por desacreditar la elección. Para ella, los incidentes no comprometen el resultado general. Aunque algunos esperaban que se anulara la elección judicial, el INE decidió seguir adelante sin pausas ni investigaciones a fondo.
Con esta resolución, también quedó validada la elección de nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El precedente preocupa a muchos sectores: si se normaliza la manipulación del voto, advierten, el futuro de la justicia en México podría estar en entredicho. El país entra así en una nueva etapa, con jueces electos en medio de una fuerte polémica y una ciudadanía dividida entre la confianza y la sospecha.
