Por Luis Martínez Alcántara
La “Ley Silla” entró en vigor este 17 de junio en todo México, tras haberse publicado en el Diario Oficial el pasado 19 de diciembre y haber transcurrido 180 días para su implementación.
Se trata de una reforma a la Ley Federal del Trabajo (artículos 132, 133, 422 y 423) que obliga a empleadores, especialmente en sectores como comercio, servicios, vigilancia y hostelería, a proporcionar sillas con respaldo para que los trabajadores puedan descansar durante su jornada .
Con la Ley Silla, se prohíbe que los patrones obliguen a sus empleados a permanecer de pie toda la jornada laboral o impidan que tomen asiento cuando la actividad lo permita. Además, las empresas deben designar áreas específicas para colocar las sillas de descanso y establecer en su reglamento interno los periodos permitidos para usar estos asientos.
Aunque la normativa no indica un tiempo mínimo obligatorio para sentarse, expertos recomiendan que se otorguen al menos cinco minutos de descanso por cada hora de trabajo en pie, con el fin de prevenir problemas de salud como fatiga, várices, dolor lumbar y lesiones articulares. La Secretaría del Trabajo (STPS) tiene un plazo de 30 días a partir de hoy para emitir lineamientos técnicos que faciliten la aplicación práctica de la ley.
El incumplimiento de la Ley Silla implica multas de entre 250 y 2 500 UMAs (aproximadamente entre $28 000 y $282 000 MXN) y, en casos de reincidencia, las autoridades laborales pueden ordenar suspensiones temporales de actividades. Los trabajadores están facultados para denunciar violaciones de manera anónima ante la STPS o PROFEDET.
Para los empleados de pie, esta reforma representa un paso importante hacia jornadas más humanas y seguras. Las empresas, por su parte, deben adaptar los reglamentos internos, capacitar a su personal y habilitar espacios de descanso en los próximos seis meses. La Ley Silla no solo busca mitigar riesgos laborales, sino también dignificar el trabajo diario.
